Aunque el rock nació como estilo apartado de la demás música comercial, irreverente, marginal e inconformistas, varios han sido los proyectos que han acercado nuestra música favorita a los grandes estudios de Hollywood, el paradigna de lo comercial. Y es que no hay duda de que el rock atrae a las masas (solo hay que ver las giras de estadios de gente como AC/DC, Metallica o The Rolling Stones) y mucha gente significa mucho dinero, también para las productoras de cine.
Es por eso que no han tenido reparos en revestir sus películas con canciones de bandas míticas del rock y el heavy. En la mayoría de los casos, las referencias a nuestra música y nuestro rollo no eran más que un montón de estereotipos lanzados por payasos que se hacían pasar por rockeros, pero que lo único que buscaban era ridiculizar a los seguidores de este estilo de música. Estamos hablando de películas como School of Rock o The Rocker, simples entretenimientos Disney para adolescentes, que dejan a sus creadores a la altura del betún.
Pero por suerte, también hemos podido disfrutar de otras películas que si se acercaban al rock y al heavy metal desde un punto de vista más serio y formal, enseñándonos que hay detrás de esos grandes artistas que viven en lujosas mansiones, visten siempre de negro y parecen tipos muy duros. Esas son las películas que recogemos en este reportaje, algunas basadas en historias reales, y otras totalmente inventadas, aunque siempre con ciertos toques de realismo. Acompañadnos en este recorrido por las mejores películas de rock de todos los tiempos:
ROCK STAR:
¿Una película de rock protagonizada por Mark Wahlberg y Jennifer Aniston? Pues sí, pero no os dejéis engañar por los antecedentes de los actores. Rock Star es seguramente el culmen de las películas sobre grupos de rock, llegando a ser una de las más populares, y al contrario de lo que podría parecer, una de las que mejor ha sabido capturar la esencia del mundillo.
La película nos muestra la historia de Chris Cole, un joven vocalista que canta en una banda tributo a Steel Dragon, sus ídolos, la típica banda de glam rock de los 80. La vida de Chris cambia cuando el cantando de sus adorados Steel Dragon se marcha y el grupo le escoge para que lo sustituye, convirtiéndose en Izzy. A partir de ahí verá como el mundo del rock es mucho más complicado que salir a un escenario a cantar borracho o esperar a que vengan las groupies.
La película se inspira en la historia del vocalista Tim “Ripper” Owens, quien pasó de cantar en una banda tributo a hacerlo con Judas Priest tras la marcha de Halford. De hecho, en la película se hacen ciertas referencias al anterior cantante de Steel Dragon, como su homosexualidad, que dejan patente el parecido entre las historias.
Lo cierto es que la película es bastante buena y refleja muy bien el ambiente que se vivía en aquellos tiempos en Estados Unidos, los 80, la época dorada del rock donde todo era exceso. Wahlberg no hace mal su papel protagonista, pero queda eclipsado en cuanto aparecen en pantalla los músicos de verdad, entre los que se encuentran Jason Boham (hijo del malogrado batería de Led Zeppelin) y Zakk Wylde (Black Label Society), como miembros de Steel Dragon.
THIS IS SPINAL TAP:
Rodada en 1984 como un falso documental, la película mostraba la vida de una banda de Glam Rock de gira por Europa, y todo lo que ocurría a su alrededor. Creada por Rob Reiner (antes de ser el reía de las películas sensibleras y romanticoides), todo el reparto aportó ideas para el “guion”, y las situaciones grabadas a veces sucedían de forma espontánea. Todo para capturar el mundo del rock de los 80 de la forma más realista posible.
La película pronto se convirtió en un film de culto, y la fama de Spinal Tap llevó a los actores participantes a sacar incluso discos reales con las canciones de la banda. Llama la atención, por ejemplo, ver a Harry Shearer, bajista y voz del grupo, que luego convertiría en uno de los dobladores de Los Simpsons, interpretando, por ejemplo, al personaje del remilgado Ned Flanders.
This Is Spinal Tap es una sátira genial sobre todas esas bandas que abarrotaban los escenarios en los 90, y en su lucha por ser los más duro y rockeros, muchas veces caían en el más absoluto ridículo. Momentos como el guitarrista mostrando sus amplificadores, con volumen hasta el 11, serán recordados para la posteridad, y han servido de base para multitud de bromas en los locales de ensayo.
Puede haber rockeros que se sientan un poco insultados por esta película, ya que muestra a una banda de glam rock en situaciones ridículas, pero hay que saber tener sentido del humor por encima de todo, y reconocer que Reiner y sus actores tuvieron muy buenos momentos de gracia en esta película.
CERO EN CONDUCTA:
Tal vez no vaya tanto sobre música, pero es indudable que toda la historia gira en torno a un concierto de Kiss en Detroit, y a como cuatro chavales se sumergen de lleno en la adolescencia gracias a este viaje iniciático. Los cuatro chicos tienen una banda tributo llamada Mystery, y hacen todo lo posible por acudir a ver a sus ídolos. Pero tendrán que salvar los obstáculos naturales que los mayores les plantean para conseguirlo.
El título en inglés es Detroit Rock City, como la canción de Kiss, y la película está ubicada en 1978, época de gloria del grupo liderado por Gene Simmons. Pero la película fue grabada en 1999, y algunas de las canciones de su banda sonora, como Highway to Hell, no existían a finales de los 70. Una pequeña licencia del director que seguro que nadie criticará.
Por supuesto, Kiss ayudó muchísimo a la realización de la película, participando ellos mismos en el concierto final de la misma, recreando uno de sus bolos de 1978, ante 8.000 fans entregados. Algunas de las parejas de los músicos participan en la película, y muchos de los objetos que aparecen en ella pertenecen a la propia colección de Gene Simmons.
CASI FAMOSOS
Con guion semiautobiográfico del director Cameron Crowe, la película cuenta la historia de un adolescente que cumple su sueño de conocer la vida de una banda de rock por dentro cuando escribe por encargo para Rolling Stone sobre la gira del grupo Stillwater. El propio Crowe acompañó a Led Zeppelin, The Eagles o The Allmand Brothers Band como redactor de Rolling Stone en su adolescencia, y sus vivencias se reflejan en la película.
Casi Famosos está cuajada de nombres importantes de Hollywood, que empezaban a sonar allá por el año 2000, cuando se rodó la película. Tenemos, por ejemplo, a Kate Hudson, en el personaje de la groupie de la que se enamora el protagonista, y también a Zoey Deschanel, Anna Paquin, Phillip Seymour Hoffman o el mismísmo Peter Frampton.
La banda sonora de la película está llena de buenos temas de rock, y la película fue considerada uno de los éxitos de aquel año, llegando a ganar Cameron Crowe el Óscar al mejor guión original, y optando a otros tres premios más. Sin duda, una gran película para conocer los entresijos de la locura que suele ser una gira de una banda de rock.