Han pasado dos años y una extensa gira desde que los alemán-noruegos Leaves´ Eyes publicaron su cuarto disco Meredead en 2011; muy personal y que defraudó a más de uno, mal acostumbrado y más exigente, quizás, tras la aparición de Njord en 2009.
Parece ser que este intervalo de tiempo ha sido más que suficiente para que Liv Kristine y su banda vuelvan con un trabajo digno de ser el mejor del año. Y es que, aunque el ánimo entre los seguidores pudiera haber caído con su anterior entrega, Symphonies of the Night es un trabajo brillante que sorprende por su calidad y originalidad.
Con un título inspirado en el Lago de los cisnes de Tchaikovsky, Symphonies of the Night relata canción a canción las historias de grandes personajes de la literatura e historia europeas, como la de Ophelia de la obra Hamlet de Sheakspeare. La soprano Liv Kristine y su marido Alexander Krull son los encargados de narrar mitos y leyendas en inglés, noruego, francés e irlandés.
Bajo esta temática inquietante, el disco representa el talento y la fuerza con la que han enganchado a los seguidores desde sus comienzos. Aunque no posee coros líricos potentes, Symphonies of the Night es muestra del gran rango vocal y la potencia de la soprano e icono del género Liv; desde voces tenues y angelicales hasta notas más altas y voraces. Quizá, este último sea el punto fuerte del disco. Los gritos de Krull son oscuros y adecuados, como siempre.
En cuanto a las canciones, destacar el dinamismo y la diversidad, tanto dentro como fuera de las canciones. Las melodías tranquilas y profundas dan paso a notas fuertes y caóticas, creando un ambiente muy poético y original, acorde con la letra de las canciones. Combinaciones musicales novedosas que refuerzan aún más la esencia literaria del disco.
Gran ejemplo de ese dinamismo es Hell to the Heavens, canción que abre Symphonies of the Night y que ya fue presentado en su anterior gira. Aunque puede que se eche de menos una canción épica como introducción, que era a lo que nos tenían acostumbrados, Hell to the Heavens da comienzo al disco de manera impecable; introducción angelical, cambio radical a melodías más potentes y un estribillo pegadizo. Es además el único sencillo hasta la fecha.
Fading Earth es más comercial, y recuerda mucho a canciones presentes en Njord. Un estribillo más suave y nada novedoso. Muy diferente a Maid of Lorraine. Junto a Hymn to the Lone Sands, son la novedad y el atractivo de este trabajo. Un comienzo tranquilo que torna a caótico en la misma canción, con estribillos reforzados por voces corales y sonidos ágiles de violín. Una mezcla curiosa difícil de definir, pero agradable de escuchar. Galswintha es la elección para aquellos que prefieran los sonidos celtas.
Y por fin, Symphony of the Night, la canción que no sólo lleva el nombre del disco sino que es además la guinda del pastel. Una canción perfecta, muy equilibrada y que muestra todo el potencial que la voz de Liv posee. Un estribillo encantador con un final brillante para los amantes de las voces líricas. Y el resto, canciones menos notables pero fieles a las raíces de grupo. Mezcla de baladas inspiradoras como Saint Cecelia o Nightshade y sonidos más metaleros presentes en Elenore de Provence o en Ophelia. Destacar la sinergia de las voces masculinas y femeninas en la canción Angel and Ghosts.
En resumen, un trabajo excelente que refuerza la posición de liderazgo de Leaves’ Eyes en el panorama sinfónico. Despeja todas las dudas que su predecesor pudo generar, y sorprende con su intensidad y originalidad. Totalmente recomendable, y más en su versión completa, ya que incluyen una versión de One Caress del grupo Depeche Mode como bonus track.