Sí, sí y mil veces sí! Cuando parecía que todo estaba perdido, que las guitarras y voces líricas se habían rendido a los pies de lo monótono, resurge el fénix de sus cenizas; brillante y majestuoso con sed de venganza. Está furioso, y nos encanta.
La maternidad primeriza de la cantante Simone Simons parece haber sentado más que bien a la agrupación holandesa Epica, que vuelve con su sexto trabajo de estudio. The Quantum Enigma ilumina, por fin, el sendero angosto que dibujó su anterior disco, Requiem For The Indifferent.
Más completo, más agresivo, más soberbio, más…todo. Un trabajo superior escondido tras una portada pintoresca y enigmática. Un ave fénix extraordinario que emana calidad.
No es que Originem sea la intro más espectacular que los holandeses han escrito, pero es un buen comienzo. Coros envolventes que acompañan a sonidos de violín tímidos y que contrastan a la perfección con las primeras notas más sintéticas. La canción sirve, además, para dar paso a The Second Stone.
Progresivo, voraz y un poco comercial. The Second Stone es la cabecera ideal de este trabajo; una mezcla de baterías ágiles y estribillo ascendente y pegadizo.
The Essence Of Silence es una de las joyas que guarda The Quantum Enigma. Vanidoso y brutal. Un comienzo sosegado que explota en un torrente bárbaro de voces guturales y líricas elevadas. Tras dar a luz, la voz de Simone Simons no ha hecho más que mejorar. Un estribillo increíble y un final escalofriante.
El estilo de la spin-off Mayan se cuela en Victims Of Contingency. Sonidos más pesados que se funden en un estribillo más comercial y progresivo. Notas inéditas en sus anteriores entregas. Muy recomendable.
Con más de siete minutos de duración, Sense Without Sanity se presenta como una de las alas de este ave mitológico. Una pieza impresionante de pasajes diferentes. Aunque nos han deleitado con cosas mejores, merece la pena.
Unchain Utopia es otro de los tesoros guardados. La niña mimada que pronto será presentada como el primer videoclip del disco. Un comienzo característico de los holandeses que deja paso a fragmentos más calmados. Un estribillo épico y un final emocionante donde podremos apreciar el potencial de la cantante pelirroja.
The Fifth Guardian, interludio oriental nos abre las puertas a Chemical Insomnia. Pesado pero agradable, de estribillo señorial y final de película.
Reverence tiene toques de piano muy acertados. Es más ligero que la anterior canción y los coros son predominantes. Omen es sugerente pero engañosa. El inicio tranquilo se aleja de lo que viene después. Un poco comercial, pero muy fresco e íntegro.
Canvas Of Life sí que es la balada de esta obra. Guitarras españolas, piano suave, y estribillo pausado.
Natural Corruption es la tercera sortija. Rápido en el comienzo, deja entrever recuerdos de la canción Quietus de su segundo disco. Un pre-estribillo alucinante, y un estribillo vasto en el que Simone suena insuperable.
Y por último, The Quantum Enigma, canción que da nombre al trabajo y que e la secuela de la canción Kingdom Of Heaven que pudimos disfrutar en su cuarto álbum. Once minutos que completan la anatomía de este fénix y que lo empujan con fuerza. Coherente y muy bien cohesionado, da las notas finales.
Sin duda uno de los mejores trabajos que los holandeses Epica han publicado hasta la fecha. Muy completo y de gran calidad, The Quantum Enigma es más que aire fresco para el género. 13 piezas de arte que conforman un trabajo con mucha personalidad, y que a diferencia de su anterior entrega, no va a dejar a nadie indiferente. Valga la redundancia.