Criado en la zona rural de Monroe County, Indiana, Austin Lucas nació en un linaje de folk y bluegrass. Su padre Bob Lucas, es un consumado músico e intérprete cuyas composiciones han sido interpertadas por la mismísima Allison Krauss. Austin aprendió a construir armonías antes que a leer, como miembro del coro de niños de la universidad. Pero pronto abandonó sus raíces americanas para entregarse a la catarsis del punk rock. Pasó una década viajando en destartaladas furgonetas con un puñado de bandas punk, hasta que decidió dar un repiro a sus oídos y volver a la delicadeza del arte tradicional de crear canciones.
Cantando con la convicción de un predicador despojado de su fe, Lucas recurre a temas del soul, con el pecado como un purgatorio personal, y en la búsqueda de la redención en la vida. Duras lecciones Su debut en 2006, ‘The Common Cold’ significó el comienzo de una ristra de álbumes entregados a la tradición musical de su infancia, al bluegrass, el folk y los sonidos acústicos del country-rock, mejorando su artesanía en forma de canciones con cada disco.
Se ha ganado una gran reputación en directo girando con la Country Throwdow de Willie Nelson, la gira de trovadores Revival Tour (donde compartió cartel con Chuck Ragan, con quien también ha firmado un disco conjunto), y festivales como el Philadelphia Folk Festival o elFlorida’s Harvest of Hope. Música folk para la gente corriente, que muchas veces termina con Lucas tocando entre el público de sus conciertos. Sus raíces son cada vez más profundas, agarradas a una escena americana en la que aspira convertirse en un nuevo héroe de una nueva generación de tradicionalistas.
10 de FEBRERO. KAFE ANTZOKIA, BILBAO
11 de FEBRERO. ROCKSOUND, BARCELONA
12 de FEBRERO. SALA SIROCO, MADRID