Particularmente, una de las cosas que más me gusta de este mundo del rock y el heavy metal es que es en sí mismo como un gran universo en el que podemos encontrar montones de galaxias, cada una con su estilo, llenas de interesantes grupos, cada cual con sus peculiaridades distintivas. Podemos meter en el gran saco del género metal a bandas desde Slayer a Nightwish, desde Saurom a Venom, desde Machine Head a Rhapsody of Fire, grupos que en principio no tienen mucho que ver. Para eso están los diferentes estilos, que posteriormente suelen mutar en etiquetas. Este grupo hace “loquesea” metal, es algo que solemos decir mucho para catalogar a un grupo.
Pues bien, si alguien sabe decirme, tras escuchar este disco, qué estilo tienen Diablo Swing Orchestra, le agradecería un comentario en este artículo. Y no vale eso de metal moderno, avantgarde o cajones de sastre por el estilo. Simplemente es muy complicado llegar a catalogar a este grupo porque, en cada canción, parecen sorprenderte con algo nuevo, un nuevo matiz que inclinaría la balanza por un estilo u otro.
Así es este Pandora´s Piñata, una verdadera obra maestra de su género, sea cual sea, MÚSICA con mayúsculas, con una base de metal potente, muchos toques de swing, pinceladas de música clásica por todos lados, samba, rumba, música latina, toques orientales… Un cóctel que a más de uno le puede sentar mal, por inesperado, pero que funciona a las mil maravillas, gracias a la sabiduría de estos suecos por saber unir todas sus ecléticas influencias. Temas bailables, animados, otros más duros, otros sosegados… Este disco tiene de todo. Y si no, dale al play y disfruta.
La primera canción en sonar es Voodo Mon Amour, el típico single del grupo. Si es la primera vez que escucháis Diablo Swing Orchestra, posiblemente os quedéis con la boca abierta durante todo el tema. Si ya teníais referencias de ellos, sabréis ver como siguen avanzando, dentro de su peculiar estilo, mezclando una base contundente con los arreglos de metal que le dan ese toque swing tan característico, al igual que la voz de Annalouice Loendlung, alma del grupo, con esos tonos operísticos que también sorprenden desde el primer momento. Voodoo Mon Amour es un tema 100% Diablo Swing Orchestra, de los que enganchan, de los que seducen. Si te ha gustado, te encantará el resto del disco. Si no te ha gustado… en serio… dale una oportunidad.
Lo siguiente en sonar vuelve a dejarnos totalmente descolocados. Guerrilla Laments empieza con un espectacular solo por parte del batería Johann Norback, con un ritmo entre la samba y lo latino que sigue durante toda la canción y que se ve potenciado con los arreglos de la trompeta y el trombón. El tema suena como si el mariachi y el metal se hubieran conocido, todo ello aderezado con la peculiar voz de soprano de Annalouice. Otro tema de los que enganchan desde el primer segundo, y que te deja preguntándote… ¿Pero de dónde han salido estos genios?
Kevlar Sweethearts trae a primer plano de nuevo otro de los instrumentos peculiares de esta banda, el cello, que es el encargado de abrir el tema, al que pronto se unen los metales. Con cierto aire melancólico, más oscuro que el de los temas anteriores, la voz de Annalouice nos va meciendo con una hermosa melodía, que rompe en un estribillo que casi nos recuerda a una nana. La canción se va endureciendo conforme se acerca al final, demostrando estos chicos que también saben hacer riffs matadores.
Tras el interludio, precioso por otra parte, de How To Organize a Lynch Mob, la marcha vuelve a llegar de la mano de Black Box Messiah, el primer single que el grupo lanzó de este álbum, y que cuenta con su propio (y desconcertante videoclip). Los sintetizadores del principio dan paso a un arrollador comienzo, con las guitarras rugiendo sobre un coro en japonés que suene absolutamente surrealista. La canción sigue por esos derroteros, con la voz secundaria del guitarrista Daniel Hakkanson haciendo de las suyas, en un contrapunto perfecto con la de Annalouice. Otro de esos temas para ponerte las pilas y quedarte boquiabierto ante tal despliegue de imaginación. Y ya van…
httpv://youtu.be/WU1dtLsNHSQ
Exit Strategic of Wreckling Ball empieza tremendamente dura, con unos ritmos que podrían recordar al prog más actual por momentos, y la labor del batería Norback destacando una vez, como en todo el disco, con una técnica y un gusto exquisito. En este tema, la voz de Hakkason se vuelve protagonista, detrás de ese pequeño filtro de distorsión que la vuelve tan especial. El estribillo, absolutamente épico, sobre una manta orquestal, pone los pelos de punta, por la forma que tiene el guitarra/vocalista de expresar esa ternura y melancolía con su voz. Los arreglos orquestales están muy presentes en este tema, como punto de inflexión a lo que vamos a escuchar en los siguientes. Tras el segundo estribillo la canción se desata totalmente, con Hakkason lanzando desgarradores gritos que dan paso a una locura contenida tan maravillosa que querríamos que durase para siempre.
A estas alturas, llegando al séptimo tema, uno ya no sabe qué esperar en la próxima canción, así que lo mejor es olvidarse de todo, dejar los prejuicios a un lado y seguir disfrutando de esta maravilla de disco. Aurora se nos presenta como una obra totalmente orquestal, con Annalouice en su salsa, demostrando sus capacidades líricas en una canción hermosa y desgarradora. Poco tiene que ver con el resto del disco, pero Aurora sirve de pequeña calma perfecta entre tanta movida. Además, un tema realizado con un gusto tan exquisito siempre se agradece.
Mass Rapture es esa tempestad que todos esperábamos después de la calma. Empezando con unos ritmos totalmente orientales, el tema se presenta como otra variante más del estilo de estos genios suecos. Con una base muy dura, los arreglos orquestales y de metales se van sucediendo, intercalados por algún sintetizador que le da al tema un aire de lo más eclético. La voz de Daniel vuelve a hacerse presente en este tema, de una forma mucho más melódica que en las anteriores.
Honey Trap Aftermath se presenta como un tema vacilón, con los metales en primer plano, y un ritmo algo más funky, con toques de swing y soul también. La voz de Daniel Hakkason vuelve a sonar protagonista, aunque en este caso con otro matiz, menos melódico y más divertido, por decirlo de alguna forma. Otro tema diferente y muy entretenido, aunque tal vez no esté a la altura de la originalidad de los demás, sin ser un mal tema, ni mucho menos.
El penúltimo tema en sonar es Of Kali Ma Calibre, con un ritmo casi marcial al principio, con los metales dominando junto a la melodiosa voz de Annalouice, que se ve engrandecida por la aparición de un apocalíptico coro. El estribillo es contundente y bestial en su desarrollo, sin perder ni un ápice de melodía. Incluso un blastbeat se puede escuchar en mitad del tema, justo antes de un hermoso interludio orquestal, signo inequívoco de la facilidad de estos chicos por mezclar estilos aparentemente opuestos.
Justice for Saint Mary, el último tema de este apasionante viaje musical, comienza totalmente acústico, con el dulce sonido de las guitarras y los arreglos orquestales vistiendo un tema que por momentos recuerda a la melancolía de sus compatriotas Opeth. La voz de Hakkason vuelve a erigirse como protagonista en este último tema, con una melodía realmente inspirada y hermosa. Poco a poco el tema va cogiendo más empaque, y la introducción de los instrumentos de la banda lo lleva a otro nivel, aunque no deja de ser una canción eminentemente acústico. Eso sí, el final es absolutamente épico y descolocante, con las guitarras rugiendo de forma devastadora y la batería ametrallando nuestras entrañas mientras seguimos ensimismados con los arreglos de orquesta… Y de pronto… Ese final electrónico con influencias dubstep, por si faltaba algo en el disco… Una verdadera pasada que te deja totalmente descolocado, pensando en cómo empezó la canción y como ha terminado…
Diablo Swing Orchestra siguen demostrando que, a día de hoy, son uno de los grupos más originales dentro del panorama metalero mundial, por su facilidad para mezclar influencias, crear nuevos estilos y más aún, sobre todo, por el gusto que tienen en cada canción que componen. Mezclar es fácil, pero hacerlo bien y sabiendo equilibrar cada género para obtener algo totalmente original, como sucede en este Pandora´s Piñata, solo está al alcance de unos pocos elegidos. Si después de leer esta crítica todavía no estás escuchando el disco, la culpa es mía, por no saber vender uno de los lanzamientos más espectaculares de los últimos tiempos.