Demoledor. Así fue el concierto de Marduk e Immolation en la Mephisto de Barcelona. Una lástima fue no haber llegado a tiempo de escuchar a los dos teloneros, que según dijeron, fueron muy cañeros.
De los americanos Immolation, qué se puede decir. Me dejaron sin palabras. Después de 25 años son Dioses con mayúsculas. Se comieron una Mephisto abarrotada de gente, que lo dio todo como pocas veces lo he visto en Barcelona. Tocaron clásicos como Unholy Cult, Under the Supreme o Dawn the Posession.
He aquí el setlist de los propios Immolation.
Robert “Bob” Vigna, uno de los dos componentes de la formación original de la banda junto con el vocalista Ross Dolan, dio todo un espectáculo a la guitarra. Impresionante, no paró en todo el concierto de menear la guitarra arriba y abajo como si tal cosa, mientras ejecutaba riffs a una velocidad endiablada. Su compañero Bill Taylor no desmereció en la otra guitarra, aunque quedó eclipsado con el espectáculo de Vigna.
Ross Dolan dio una lección al bajo y a la voz mientras movía su larguísima melena que, con el juego de luces parecía estar prendida en fuego.
Tras el torrente espectacular de death metal por parte de Immolation, y detrás de una densa cortina de humo artificial, salió la máquina de guerra de Marduk. Los suecos soltaron su apisonadora sobre la ya abarrotada Mephisto y no pararon hasta el final del concierto.
Con una puesta en escena que consigue generar mal rollo con su look militar, las caras pintadas y una actitud desafiante en todo momento, empezaron su descarga de hostilidades con algunos temas del nuevo disco, sin olvidar clásicos como el jaleado Panzer Division Marduk o Souls of Belial.
Mortuus tuvo algunos problemillas con el pie del micro que volvieron loco al pipa de turno y que dejaron un chichón en la cabeza de uno de los asistentes.
Un buena actuación que, sin embargo, supo a poco, ya que no sobrepasaron la hora de concierto y nos dejaron a todos plantados sin despedirse ni ofrecer un solo bis.