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El madrileño Leo Jiménez llegaba con su proyecto en solitario y con un nuevo disco bajo el brazo para presentarlo este Sábado 9 de Marzo en Sevilla, en la sala SevillaRock, un sitio pequeño pero acogedor del que ya os hablamos en la crónica sobre Saratoga. Leo hizo tuvo ayer una entrada muy similar a la de sus antiguos compañeros, llegando a las 150 personas aproximadamente, casi lleno de la sala. Teniendo en cuenta los tiempos que corren y la competencia que ese día había, con otras bandas tocando en la ciudad, se puede catalogar de éxito el concierto de Leo Jiménez en Sevilla, al menos en cuanto al aforo.
El concierto comenzó a eso de las 22:30 horas, con la sala ya bastante calentita (poner por «megafonía» el I Want Out de Helloween es un acierto seguro), y los cuatro componentes de la banda de Leo Jiménez subieron al escenario mientras sonaba la intro, muy al estilo de banda sonora. Edu Fernández al bajo, Antonio Pino a la guitarra, Carlos Expósito a la batería y coros y el propio Leo Jiménez a las voces y guitarras. Esa es la formación que presenta y defiende este proyecto sobre el escenario, un grupo formado por músicos de contrastada trayectoria y que, salvo Antonio, ya habían compartido escenario en otros proyectos.
La calidad de los componentes en sus respectivos instrumentos la empiezan a demostrar desde el primer tema, Desde Niño, esa canción tan especial que hará a muchos sentirse identificados por una letra tan representativa. El tema está llamado a ser un clásico desde ya, mezcla de potencia y tralla con estribillos accesibles y coreables. El público respondió de forma excelente a este primer tema, empujando bastante. Y es que eramos pocos, pero hacíamos mucho ruido, y la banda también lo agradeció en el segundo tema, Condenado, remontándose al primer disco «en solitario» de Leo, como el mismo reconoce, Títere con Cabeza.
El sonido de la banda comenzó siendo algo turbio, sobre todo en las frecuencias graves, algo que suele ocurrir en muchísimas ocasiones en este tipo de salas. Pero poca a poco, el sonido se volvió más nítido y perceptible para apreciar todos los detalles. Estamos hablando, no obstante, de un grupo que en la mayoría de sus temas va a deguello, son tralla pura, y el sonido de las guitarras es bastante duro y «sucio» en cierto sentido, pero no en el aspecto peyorativo, sino en dotar a las rítmicas de esa crudeza y agresividad que tanto le gusta a Leo.
El grupo nos devolvía a su reciente trabajo Animal Solitario con Misantropía, uno de los temas más macarras de Leo, y también uno de los que más disfruta en el escenario, y se le nota. El público también respondía muy bien ante esta canción, una de las mejores seguramente de su último trabajo. Y como la cosa iba de intercalar canciones, la siguiente en sonar fue Bebe de Él, tema incluido en Los Fuertes Sobreviven, segundo disco de 037. La banda seguía descargando sin fisuras, con un Leo espectacular a las voces, tal y como nos tiene acostumbrados, y con un Carlos Expósito que llamó la atención no solo por su labor tras los parches (que más se puede decir de uno de los mejores baterías de este país) sino también por sus geniales coros, que sorprendieron a más de uno, incluido el que escribe.
Caminos de Agua volvió a sonar tremendamente heavy, aunque el público se quedó algo más frío con este tema. No así con el siguiente, Corazón Salvaje, presentado por el propio Leo como «una pastelada para mariconas», pero que fue coreado por todos en la sala. Lo cierto es que el tema, más allá de su letra, es bastante pegadizo y coreable. Y es que tiene que haber de todo, porque no todo tiene porque ser caña pura y dura.
Fueron cayendo temas poderosos como Mi Otra Mitad, En Tu Habitación (muy coreada también) y la durísima No Hay Más Canciones Para Tí, un cañonazo que en directo suena totalmente arrollador.Momento emotivo después para una de las canciones más bonitas que Leo ha compuesta en toda su carrera, Vuela Alto, tema que cierra este Animal Solitario, y que el vocalista cantó con una fuerza y un sentimiento impresionante, como se merecía la historia que se narra en la canción, ni más ni menos.
Uno de los momentos cumbre de la noche llegó cuando Leo anunció que tocarían un tema de Stravaganzza, el proyecto que tiene aparcado en estos momentos, y en que comparte con Carlos Expósito. Los primeros acordes de Impotencia enloquecieron a la sala, que se vino arriba demostrando que había mucho fan de Stravaganzza aquella noche allí. Las guturales de Mero Mero (Cuernos de Chivo) dotaban al tema de una brutalidad mayor aún. Lo cierto es que, personalmente, fue un auténtico placer volver a escuchar una canción de Stravaganzza en directo, ya que es una de mis bandas favoritas, y a falta de pan, buenas son tortas, ¿no?
Tras Impotencia, el grupo se marcó una «mini-versión» de Manowar, defendiendo, medio en broma-medio enserio, que eran los únicos y verdaderos adalides del True Metal. El público se lo tomó muy bien, y prometieron que para la próxima la tocarían entera. Huye, Volar y Tu Triste Soledad sonaron también muy compactas, y que decir de otro de los momentos espectaculares de la velada, cuando el grupo se arranca con ese Sad Bad True ya imprescindible dentro de la trayectoria de Metallica. Una versión que si que hicieron completa, y además, de una forma muy acertada. A los fans de Metallica, que eramos muchos, nos hizo especial ilusión escuchar este tema cantado por Leo, que salió del trámite con un notable muy alto.
Tras esta sorpresa, Leo encaró la recta final del concierto con las tres últimas canciones, llegando a ellas en una forma vocal absolutamente impresionante. Debe estar hecho de otra pasta, dedicarse en cuerpo y alma a cuidar su voz o simplemente haber nacido con un don especial para poder hacer lo que hace, después de más de hora y media cantando, dejándose la garganta en cada tema. No hay otro como él en España, ya no solo por su tremenda voz, sino por su actitud, por ser un enorme frontman y levantar el solo cualquier concierto. Porque, para ser sincero, el peso total de la puesta en escena recae en Leo, ya que sus compañeros no se mueven demasiado ni tienen un feedback importante con el público. Tal vez sea algo a mejorar un poco por su parte, ya que musicalmente suenan perfectos, pero un poco más de actitud siempre hace más especial el concierto.
Tu Destino cayó como una auténtica bomba en la sala, muy coreada y con todo el mundo cantando y saltando al compás del tema, una canción agresiva y excelente para el directo, donde Leo parece soltar toda su rabia. Tras ella llegó Resurrección, la licencia que Leo se tomó para recuperar algo de su época en Saratoga, al igual que lo hizo con Stravaganzza unas canciones antes. Resurrección fue muy bien recibida por el público, que también se ve que seguía al de Fuenlabrada en la banda de Niko del Hierro, y la velocidad del tema enalteció a todos los allí presentes.
El concierto terminó con Volar, un tema excelente y muy potente que puso punto final a la actuación, pero que tal vez no sea el más adecuado para terminar. Personalmente, lo habría cambiado por Tu Destino, por ejemplo, que sí sería un grand finale más apropiado. Aún así, tanto el público como la banda lo dio todo en ese empujó final, con Rufo de Dulcamara subido también al escenario para acompañar a Antonio a las guitarras. La intro sonaba nuevamente, pero ahora para despedir al grupo, que agradecidos, saludaban efusivamente al público, al que prácticamente podían tocar dado el reducido espacio de la sala.
Un concierto bastante bueno de Leo Jiménez que parece haber encontrado en este proyecto y en estos compañeros a su banda perfecta, a la horna de su zapato definitiva. Se nota cuando están tocando sobre el escenario, disfrutando y haciendo disfrutar a la gente. Con una buena base de temas muy potentes y rescatando algunas versiones, el directo de Leo Jiménez es una apuesta segura para aquellos que hayan seguido la trayectoria del de Fuenlabrada a lo largo de estos años.
Crónica: Manuel J. Palma
Fotografías: Manuel J. Palma y María José Palma (clickar sobre ellas para ampliarlas)
Leo Jiménez – Sala Sevilla rock – 9/3/2013
Asistencia: 150-175 personas